¿Sabías que las mudanzas son uno de los mayores generadores de estrés? Para que esto no te suceda, hemos diseñado la lista de pasos a seguir para que el proceso de hacer una mudanza sea ágil y no te genere dolor de cabeza (ni de espalda, cuello…).
Siguiendo nuestras recomendaciones conseguirás mudarte sin dejarte nada, encontrando todo en la nueva casa y no sentirás que has hecho una maratón debido a los paseos y las carreras para que todo salga bien.
La clave se encuentra en la planificación.
La planificación previa de la mudanza
Todas las premisas que veremos a continuación puedes preverlas con anterioridad, apúntate todos estos pasos y ve anotando cómo vas a realizar cada uno de ellos. Así nada te pillará de imprevisto y tendrás plan B por si surgiesen complicaciones.
Buscar una empresa de mudanza si no lo quieres hacer tú
Si no te encuentras en disposición de realizar tú mismo tu mudanza por problemas de tiempo, de gestión o porque tienes muebles voluminosos que desplazar, asegúrate de confiar tu mudanza en una empresa fiable. Que realicen una valoración previa antes de presentarte un presupuesto formal, así como que incluyan las cajas, el embalaje, las personas que participarán en ella, si se dispone de ascensor en cada una de las viviendas, etc. y demás aspectos por los cuales después no puedan hacerte una reclamación que incremente el presupuesto.
Ordenar y tirar lo innecesario
Aprovecha el momento de la mudanza para sacar tu Marie Kondo interior y deshazte de todo lo que llevas meses, incluso años, sin utilizar. Esto aplica tanto en prendas de ropa como cualquier utensilio del hogar y decoración, y muebles. Visualiza si todos tus objetos personales te caben y cuentan con un lugar en tu nuevo hogar. Si no, siempre puedes darles salida a través de plataformas de segunda mano, fomentando así la reutilización, o si les tienes mucho aprecio, puedes alquilar un trastero para almacenarlos y guardarlos de recuerdo o para cuando te puedan hacer falta a ti o a un amigo o familiar.
Compra cajas de cartón y cinta de embalaje
Si para economizar tu mudanza prefieres hacer tú mismo las cajas, pero no transportarlas, asegúrate de comprar el número y tamaño adecuados. Es importante puesto que no todas tus cosas tienen las mismas dimensiones ni peso. Junto a ellas, dispón de papel de embalar, plástico de burbujas, etiquetas o rotulador permanente, tijeras y una cinta de embalar que asegure el transporte sin tener que usar metros y metros para cerrar correctamente las cajas. Y una vez las hagas, recuerda que su peso no exceda los 20 kg.
Especial atención merecen los objetos pesados como libros que deben ir en cajas pequeñas; la electrónica, en su propio embalaje original o forrados en toallas y mantas; y las alfombras solo hay que enrollarlas, no doblarlas ya que ya que pierden su forma y es muy difícil volver a alisarlas.
La organización durante la mudanza
Una vez has hecho los pasos anteriores, ya tienes la mitad de tu mudanza hecha. Ahora solo queda el paso final antes de empezar en tu nuevo hogar.
Etiqueta las cajas con el nombre de cada estancia
Si no quieres que sea una locura localizar en tu nueva casa dónde se encuentran los objetos de cada estancia, etiqueta correctamente por tipología o por habitaciones cada caja. Baño, dormitorio, ropa, vitrina salón, etc. Te facilitará que puedas progresivamente ir desembalando y colocando todo en su sitio y según lo vayas necesitando, sin necesidad de tenerlo que hacer todo de golpe.
Descongela la nevera si vas a llevarla contigo
Como si de un mueble más se tratase, recuerda vaciar y descongelar el frigorífico antes de mudarlo, esto ayudará a que los alimentos se transporten mejor y en mejores condiciones. A su vez, haces que la nevera pese menos, que ya bastante pesado suele ser de por sí este electrodoméstico.
Pide los días libres necesarios en el trabajo
Suele ser habitual, en la mayoría de los convenios laborales, la disposición de al menos un día por motivo de mudanza. De esta manera estarás más tranquilo para mover todas tus cosas y poder ir colocándolas en tu nuevo hogar sin prisas. Igualmente te podrá valer para descansar y tomarte un respiro tras todo el proceso de la mudanza.
Después de la mudanza
Una vez estés instalado en tu nueva casa, son dos pasos los primeros que tienes que hacer:
- Comprueba que tienes todas las cajas. Haz un recuento y examina que no te falta ninguna de las cajas que ya apuntaste en el inventario que hiciste antes de que las movieran.
- Realiza el pago a la empresa de mudanzas. En caso de que hayas recurrido a una compañía especializada en estos desplazamientos, no olvides tras la finalización del servicio formalizar el pago.
Y ya está, bienvenido a tu nuevo hogar, empieza a disfrutar de tu nueva vivienda, como las que ofrecemos en Bext Space, que te invitamos a conocer, y te están esperando.
