Lo primero que tienes que saber acerca de la eficiencia energética de una casa es que, según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, su calificación es el mecanismo oficial, tanto a nivel nacional como a nivel europeo, para la evaluación y comparación de la eficiencia energética e integración de energías renovables en los edificios. Se rige por distintas directivas europeas de eficiencia energética y se regulan de forma particular a nivel nacional mediante un real decreto.
A España esta normativa llegó en 2007 a través del Real Decreto 47/2007 del 19 de enero para la certificación de eficiencia energética de edificios de nueva construcción. Más adelante, se derogó por el Real Decreto 235/2013 del 5 de abril para dar cabida a las novedades que se produjeron en la nueva directiva europea ampliando el ámbito a todos los edificios, incluidos los existentes. Un cambió más llegó en 2018 con el Real Decreto 390/2018 del 1 de junio por el que se aprobaba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética, estableciendo un mayor ámbito de edificios. Actualmente, esta es la ley por la que se rige la normativa de la eficiencia energética de los edificios en España.
Ahora pasamos a ver en qué consiste la eficiencia energética para comprender mejor su calificación.
¿Qué es la eficiencia energética en un edificio?
Bajo el concepto de eficiencia energética en un edificio se encuentra la utilización racional de energía para abastecer las necesidades de climatización de un inmueble (calefacción y refrigeración), así como para la generación de agua caliente, la iluminación, y demás suministros necesarios relacionados. Este concepto proviene de los principios de las denominadas passivhaus, término de origen alemán de finales de los años 80, y que establece el uso de soluciones para reducir el consumo energético en cualquier tipología de edificación.
Muy relacionado con el concepto de eficiencia energética en edificios se encuentran las denominadas viviendas sostenibles las cuales ya cumplen la mayoría de aspectos relacionados con estándares de calidad y eficiencia energética.
Por lo tanto, un edificio energéticamente eficiente es aquel que, a través de un conjunto de medidas, consigue un menor gasto energético, reduciendo las pérdidas de energía, la contaminación del medio ambiente y todo ello a través del uso de energías renovables alternativas (geotermia, eólica o solar).
¿Cómo saber si un edificio es eficiente energéticamente?
Junto al uso de las energías renovables mencionadas, un edificio también es eficiente energéticamente por la aplicación racional de la propia energía con sistemas que reduzcan el consumo y que al mismo tiempo eviten la pérdida de confort en el interior.
Del mismo modo, la eficiencia en un edificio también se consigue con una correcta orientación del inmueble y con la reducción de pérdidas energéticas (gracias a soluciones de aislamiento térmico o los cerramientos que garantizan la estanqueidad, todo sin verse comprometida la ventilación del inmueble).
Aspectos claves para saber si un edificio es eficiente
Un edificio es energéticamente eficiente si utiliza un conjunto de herramientas o soluciones que consigan viviendas de consumo de energía casi nulo. Para saber si se están llevando correctamente a cabo, la Calificación de Eficiencia energética de un Edificio asigna a cada inmueble una etiqueta que da información sobre su consumo de energía y las emisiones de CO2, al tiempo que lo clasifica en una escala de mayor a menor eficiencia energética. La escala va desde la clase A, aquellos edificios que menos energía consumen, hasta la G, los que más consumen. Para el establecimiento de las emisiones de CO2 la escala es la misma. Por tanto, si un edificio cuenta con la certificación A será porque es un edificio de los que menos energía consumen y menos emisiones de CO2 producen.
Una breve introducción a la calificación energética de edificios
La calificación energética de edificios, según el IDAE, “se basa en la evaluación del edificio independientemente del uso real del mismo, simulando condiciones de funcionamiento homogéneas para todos los casos, de forma que permita identificar y comparar los edificios por su calidad energética y no por el uso de sus ocupantes, consideración indispensable para ayudar en la decisión de compra, alquiler o rehabilitación de un edificio”. A partir de ahora ten en cuenta que tu próxima vivienda sea energéticamente eficiente por tener las soluciones de eficiencia energética mencionadas y por obtener un certificado alto, letras A o B.