¿Qué es mejor, alquilar un piso amueblado o sin amueblar?

Que la vivienda en alquiler tenga muebles o no es una elección totalmente libre del arrendador. La ley no establece en ningún momento que el piso tenga que entregarse de un modo u otro, pero es importante tener en cuenta que cada opción tiene sus ventajas, tanto para el propietario como para el inquilino.

En Bext Space las conocemos todas, por eso hemos decidido amueblar varios de nuestros apartamentos de manera indistinta, teniendo en cuenta todas nuestras opciones, es decir, habrá pisos amueblados tanto de 1, 2 o de 3 dormitorios, y el resto solo contarán con los electrodomésticos necesarios para alquilar un piso (lavadora, lavavajillas, nevera, horno, microondas, campana y vitrocerámica) para aquellos residentes que ya tengan sus propios muebles o quieran amueblarlos a su gusto.

¿Por qué alquilar un piso amueblado?

El concepto de piso amueblado hace referencia a aquella vivienda lista para entrar a vivir a la que el inquilino solo tiene que llevar sus objetos personales sin tener que realizar ninguna compra de material para la casa. El mínimo imprescindible en este caso sería que el apartamento tuviera nevera y lavadora, un sillón y una mesa baja que lo acompañe, una mesa de comedor con sillas (mínimo 2), una cama con colchón y al menos un armario.

Para estancias cortas se valora mucho esta opción ya que no es necesario adquirir muebles para una breve temporada, eso sí, cada vez se tiene más en cuenta que el mobiliario sea actual (cuente con menos de 50 años), y acorde con la vivienda, respetando el espacio y dejando áreas libres y de movimiento.

Ante todo, para estas situaciones recomendamos que el inmueble no parezca un trastero, aunque el arrendador deje allí muebles suyos, de otras viviendas en propiedad o que ya no quiera en su hogar; y no dejar en el piso en alquiler objetos personales como fotos, libros, accesorios de deporte, etc.

Planteamos el escenario ideal, pero se pueden dar casos en los que el propietario necesite dejar en la vivienda en alquiler determinados muebles u objetos, entonces podrá negociarlo con el inquilino y llegar a un acuerdo.

Ventajas para el inquilino

Para el inquilino un apartamento amueblado supone la facilidad de instalarse prácticamente nada más firmar el contrato. Puede entrar a vivir en el momento y disfrutar de la vivienda sin perder tiempo en la elección de muebles y que estos le lleguen, tiempos que se pueden alargar hasta en un mes. Además, se ahorra una importante cantidad de dinero al no tener que comprar muebles ni ningún objeto para el hogar.

Ventajas para el propietario

Un piso amueblado es más fácil de alquilar, se arrenda mucho más rápido y en ocasiones, como sucede con determinados jóvenes profesionales desplazados por el trabajo, por un periodo de tiempo indeterminado. La premisa inicial es una breve estancia, pero esta puede alargase años. Otro perfil que busca pisos amueblados son los estudiantes. Otro punto a favor es que el propietario puede amueblar este piso con otros muebles que tenga en su propiedad sin tener que desembolsar grandes cantidades en decorarlo, siempre y cuando no caiga en el error de utilizar el piso en alquiler como trastero.

En Bext Space decoramos y amueblamos nuestros apartamentos con mobiliario nuevo, de diseño, para que los residentes se encuentren con el máximo confort y quieran quedarse por largas estancias. Cuidamos al inquilino en los detalles para hacer su vida en nuestro edificio mucho más agradable.  

¿Por qué alquilar un piso sin amueblar?

Por su parte, un piso sin amueblar es aquel que no cuenta con lo que hemos señalado en el apartado anterior. Eso sí, la cocina y el baño deben estar completamente equipados. Aunque volvemos de nuevo a que esta es la situación idónea para pisos sin amueblar, porque recientemente también se están dando casos en los que la cocina no cuenta con todos los electrodomésticos, o directamente con ninguno de ellos.

Ventajas para el inquilino

El inquilino en una vivienda sin amueblar consigue que esta se adapte totalmente a sus gustos y su estilo decorativo. Aunque le lleve más tiempo, para él es mucho más fácil convertir en un hogar una vivienda que no está amueblada que una que sí lo está. Además, ya tiene muebles para siguientes inmuebles o desplazamientos que realice cuando adquiera una vivienda.

Ventajas para el propietario

En el caso del propietario, cuando finalice la estancia del inquilino, no tendrá que quedarse con muebles desgastados por el uso o incluso tener que repararlos o cambiarlos porque hayan podido sufrir algún tipo de desperfecto. Asimismo, al no estar el piso amueblado, esto hace que el inquilino esté dispuesto a quedarse durante más tiempo por el desembolso que va a tener que realizar en amueblarlo. Un desembolso, además, que previamente no ha tenido que hacer el arrendador.

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