¿Cómo sabe hacienda cuál es mi vivienda habitual?

Comprar una vivienda supone una inversión económica elevada y, una de las maneras de reducir este gasto, es recurrir a las subvenciones que pone a nuestra disposición el Estado. Y es que invertir en Madrid o en cualquier otra gran ciudad española supone un reto y una decisión compleja que no debe ser tomada a la ligera.

En este sentido, las bonificaciones y deducciones que afectan a la compra y/o venta de la vivienda habitual son sumamente conocidas. Pero debemos saber que, para poder solicitarlas, es importante cumplir con una serie de requisitos marcados por la Agencia Tributaria.

Por eso hoy vamos a explicarte qué significa este concepto para Hacienda y cómo podemos justificar que nuestra casa es una vivienda habitual.

 

¿Qué es una vivienda habitual?

 

Si preguntamos a cualquier ciudadano sobre cuál es su vivienda habitual, probablemente nos contestará diciéndonos que es el lugar en el que vive su día a día. Pero, ¿esa es la verdadera definición de vivienda habitual?

No. Si nos ceñimos a la definición marcada por la Agencia Tributaria para la concesión de ayudas, podemos ver que el concepto va más allá del hecho de que residamos día a día en una casa. De hecho, es necesario cumplir con una serie de criterios establecidos por la entidad.

De esta manera, hay algunas situaciones en las cuales no se puede considerar que la vivienda es habitual, como es el caso de los alquileres. Pero, veamos con más detalle qué en qué consiste la vivienda habitual para Hacienda.

 

¿En qué consiste la vivienda habitual para Hacienda?

 

Como hemos visto, a la hora de poder solicitar ayudas económicas que nos permitan deducir los gastos de venta de nuestra vivienda o subvencionar parte de la compra, es necesario cumplir una serie de requisitos marcados por Hacienda. 

En este sentido, lo primero que debemos saber es que, según la Agencia Tributaria, se considera vivienda habitual a aquel lugar que haya sido la residencia del contribuyente durante los últimos tres años. Todo ello de manera ininterrumpida.

Esto supone que, si no se cumple con dicho periodo, no se podrá solicitar ninguna de las ayudas disponibles. Salvo que se cumpla con algún otro de los requisitos que vamos a citar a continuación:

      1. Fallecimiento del contribuyente.
      2. Celebración de matrimonio.
      3. Separación matrimonial.
      4. Traslado laboral.
      5. Obtención del primer empleo.
      6. Cambio de empleo.
      7. Cambio de vivienda por discapacidad. En este caso, el ciudadano debe mudarse a una vivienda que si esté adaptada a sus circunstancias.


    Si el ciudadano se encuentra ante alguna de las circunstancias mencionadas, podrá considerarse su casa como vivienda habitual y tendrá la opción de solicitar alguna de las ayudas que se encuentren disponibles dependiendo de su situación concreta. 

     

    ¿Cómo demostrar que una vivienda es habitual?

     

    Hasta ahora hemos visto que se considera vivienda habitual, aquella que supone la residencia habitual del contribuyente y que está habitada por este con carácter permanente. 

    Pero ¿cómo sabe Hacienda cuál es nuestra vivienda habitual? Para averiguarlo, la entidad se basa en una serie de indicios que son los que acreditan este hecho. Los cuales, a su vez, pueden servirnos para demostrar que el lugar en el que vivimos es nuestra residencia habitual. 

    Vamos a ver cada uno de ellos en detalle:

      • Empadronamiento del ciudadano. Lo primero que va a comprobar la Agencia Tributaria es el sitio en el cual está empadronado el contribuyente, ya que es algo necesario para demostrar que reside en el lugar que está indicando. 
      • Domicilio fiscal en la declaración de la renta. Por otro lado, también investigarán sobre el domicilio fiscal que se ha utilizado a la hora de realizar la renta.
      • Suministros. En este sentido, lo que hace la Agencia Tributaria es observar el consumo de los principales suministros de la vivienda, como son la luz o el gas. Esto les sirve para determinar si una ocupación efectiva del inmueble o no.

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      Además, en el caso de que el contribuyente disponga de dos viviendas de manera alternativa, existen otra serie de indicios que se emplean de manera adicional para demostrar cuál es su vivienda habitual.

      En este caso también se fijarían en:

        • Distancia de los inmuebles respecto al centro de trabajo. Lo que hacen es observar cuál de las dos viviendas se encuentra más cercana al lugar en el cual ejerce su puesto laboral el contribuyente en cuestión
        • Distancia al centro de salud. Al igual que ocurría en el punto anterior, la entidad también observa cuál de las dos casas se sitúa más cerca del centro de salud en el cual está registrado el contribuyente. Esta es la que será considerada, seguramente, su vivienda habitual.

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        Conclusiones

         

        Disponer de una vivienda puede ser clave a la hora de optar a distintos tipos de ayudas ofrecidas por el Estado pero, antes de solicitarlas, es importante saber si cumplimos los requisitos para demostrar que se trata de nuestra vivienda habitual.

        Esperamos que este artículo te haya resultado útil para resolver las dudas que tuvieras al respecto.

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