¿Puedo reformar mi vivienda en alquiler?

Vivir de alquiler y todo lo relativo a la gestión del inmueble se encuentra bajo el paraguas de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que estipula entre sus puntos lo que vamos a compartir hoy desde Bext Space: qué se puede hacer en una vivienda de alquiler.

Lo primero que hay que señalar es que al no ser propietario no se tiene la libertad de disponer de la vivienda según se quiera, siempre hay que tener presente la obligatoriedad de comunicar por escrito al dueño de la residencia la intención de cualquier tipo de reforma u obra que se pretenda realizar en la vivienda. Y esperar a la respuesta de la propiedad antes de poner ninguna acción en marcha.

Si se realizan reformas sin consentimiento explícito, la parte propietaria puede resolver el contrato de alquiler, exigir que se devuelva la vivienda a su estado original, y conservar la obra realizada, pero sin que el inquilino pueda solicitar una indemnización.

¿Se pueden realmente hacer reformas en un piso alquilado?

Como ya hemos avanzado, bajo la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), un inquilino no puede reformar su piso de alquiler sin haberlo comunicado ni recibido por escrito la confirmación del propietario. Los supuestos en los que una vivienda arrendada puede reformarse siempre corren a cargo y son obras que decide la parte arrendadora.

Pequeñas obras de conservación

En este primer supuesto se incluyen todas las reformas que impliquen una mejora de la vivienda para optimizar su habitabilidad y uso. Son decisión del propietario y será el encargado de las mismas, siempre y cuando el deterioro del inmueble se deba a un uso normal del mismo. Si, por el contrario, el propietario se ve obligado a llevar a cabo estas reformas por un mal uso de su propiedad, podrá repercutir el coste al inquilino.

Obras de mejora

Este segundo caso comprende toda aquella obra que se realice para darle más valor a la vivienda. Igualmente corre por cuenta de la propiedad. Y en el caso de que la vivienda contenga inquilinos en el momento de las obras, estas deberán ser comunicadas al arrendatario por escrito y con una antelación de al menos tres meses. Pudiendo este soportarlas o desistir del contrato. Del mismo modo, tendrá derecho a solicitar una reducción del alquiler en proporción a la parte de la vivienda de la que no puede disfrutar por las obras.

Reparaciones por el uso diario

El último caso es el que hace referencia a las pequeñas reparaciones que necesita la vivienda en alquiler por el propio uso normal de la misma. Si se trata de un problema no atribuible al uso, correrá por cuenta de la propiedad, sino, se hará cargo de ella el inquilino. La jurisprudencia viene dictaminando que las pequeñas reparaciones que corren a cuenta del inquilino son aquellas de costes inferiores a los 150 euros.

¿Tengo que pedir permiso al dueño si reformo mi piso alquilado?

La respuesta a esta pregunta es un rotundo sí. Dentro de la LAU, este apartado aparece en el art. 23. Obras del arrendatario. En él se señala: “El arrendatario no podrá realizar sin el consentimiento del arrendador, expresado por escrito, obras que modifiquen la configuración de la vivienda o de los accesorios”, haciendo referencia a mobiliario, plazas de garaje, trasteros, etc., añade, además, “en ningún caso el arrendatario podrá realizar obras que provoquen una disminución en la estabilidad o seguridad de la vivienda”.

En el caso de que el inquilino haya realizado obras sin el consentimiento del arrendador, este puede:

  • Resolver el contrato
  • Que el arrendatario reponga las cosas al estado anterior
  • Conservar la reforma efectuada, pero sin que el inquilino pueda reclamar indemnización alguna

En el caso del nuevo modelo residencial de alquiler que propone Bext Space, nuestros espacios, al ser de nueva creación, estarán a disposición de los inquilinos con todas las comodidades posibles. Las mejores calidades y distribuciones pensadas para optimizar los metros de los que se dispone. Por lo que nuestros residentes encontrarán en Bext Space lo que esperan de una vivienda en alquiler.

¿Podría perder mi fianza si hago obras y no aviso al propietario?

Esta es otra de las grandes preocupaciones que ocupan a los inquilinos a la hora de plantearse modificar una vivienda en alquiler. Si se realizan reformas sin permiso implica que no se devuelve el inmueble tal y como se entregó por lo que el propietario está en su derecho de no devolver la fianza. Los cambios pueden ir desde cambiar el suelo a pintar las paredes si el propietario no tiene constancia de estos cambios.

Si estás buscando una vivienda en alquiler sin complicaciones ni problemas de que el inmueble requiera obras, acércate a Bext Space y su nuevo modelo residencial y olvídate de estas preocupaciones.

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