Vivimos una época caracterizada por los ritmos de vida frenéticos y la constante búsqueda de novedades. Cuestiones que hacen que, muchas veces, perdamos de vista lo realmente importante: nuestra felicidad. Y esto es algo que también trasladamos a nuestro hogar, implementando decoraciones caóticas y cargadas de elementos, lo que no contribuye a nuestro bienestar mental.
Pero, en medio de esta vorágine, también encontramos un remanso de paz: la decoración “slow”. Una tendencia que nos sirve de recordatorio de que la armonía y la serenidad pueden encontrarse a través de elementos sencillos, de un buen uso del color y de otros elementos que vamos a ver con mayor detalle a lo largo de este artículo.
En qué consiste la Slow Deco
Desarrollar espacios que fomenten la calma, ese es el principal lema de la filosofía slow deco. Una tendencia que huye de las modas fugaces, apostando por la durabilidad y la calidad. Creando lugares armónicos que nos inviten a relajarnos y nos ayuden a ralentizar nuestro estilo de vida diario para así mantener en calma nuestra mente.
Podemos decir, entonces, que el objetivo de la decoración slow no es otro que crear ambientes que son bonitos a la par que prácticos. Por eso valora en la misma medida el aspecto estético y la funcionalidad de los distintos elementos que utilizamos para decorar las estancias y huye de la saturación en la que muchas veces caemos al decorar nuestra vivienda.
Cuáles son los colores que conforman una decoración slow deco
Los colores son una de las claves de la decoración slow, puesto que evocan ciertas emociones y sentimientos que pueden contribuir a nuestro estado de relajación. En este sentido, y al igual que ocurre con el estilo nórdico, este tipo de filosofía apuesta por los colores claros y las tonalidades suaves.
De esta manera, los tonos como el beige, el blanco o el gris claro son los que cobran especial protagonismo. Si bien debemos tener claro que este no es el único elemento diferenciador de la decoración slow. Conozcamos el resto a continuación.
Principios de la decoración slow deco
Llegados a este punto, estamos seguros de que la idea de la decoración slow te ha seducido lo suficiente como para querer llevarla a cabo en tu propia vivienda, así que te vamos a dar las claves para hacerlo.
1. Evita recargar tu vivienda con objetos innecesarios
Lo primero que debes hacer si quieres adoptar un estilo de vida slow, es decir “adiós” a todo aquello que no sea completamente necesario en tu día a día. Cada elemento que incorporamos en nuestro entorno tiene el potencial de influir en nuestro bienestar y, cuanto más sobrecargamos una estancia, más riesgo corremos de alterar el mismo.
Mientras que, al optar por la simplicidad, permitimos que los espacios respiren y fluyan de manera natural, promoviendo un ambiente tranquilo y ordenado. Aspectos que fomentan la claridad mental y la sensación de calma en nuestro hogar.
2. Elige textiles o elementos de decoración naturales
La filosofía slow también busca una mayor conexión con la naturaleza y los elementos que nos rodean y, ¿qué mejor forma de hacerlo que optando por un estilo de vida sostenible? Es muy sencillo, solamente tienes que elegir materiales como la madera o textiles de consumo responsable.
Este tipo de elementos le darán un gran atractivo a los distintos puntos de tu vivienda y, además, te ayudarán a generar ese estado de bienestar que buscamos conseguir a través de este tipo de decoración.
3. Crea espacios donde fluya la energía
El feng shui es otra filosofía que va de la mano del slow living y ambos coinciden en algo, es importante crear espacios abiertos que permitan que las energías fluyan. Para esto resulta especialmente útil disponer de salas diáfanas y con gran espacio, como las que tienen las viviendas de Bext Space. En donde se aplican ciertas técnicas de Feng Shui en dormitorios y espacios diáfanos.
Te animamos a echar un vistazo a los inmuebles que tenemos disponibles y verás como tienen todo lo necesario como para tener un estilo de vida que fomente la calma y la relajación.
4. Establece rincones para relajarte de tu vivienda
Como hemos ido indicando desde el inicio, la búsqueda de la relajación es uno de los pilares básicos de la filosofía slow. Por eso debemos crear rincones que nos ayuden a calmar nuestra mente, en los que apenas haya distracciones y fluya bien la energía.
Te en cuenta que este estilo, se ha convertido en una tendencia en dormitorios o incluso en el cuarto de baño, aunque en realidad podemos aplicarlo en cualquier rincón de nuestra vivienda y, lo ideal, sería que impregnásemos todo nuestro hogar con este ambiente armonioso.
5. Favorece la transición entre habitaciones
Por último, también debemos prestar atención a aquellos puntos del inmueble que suponen una transición entre salas, como puede ser la entrada de la casa o los pasillos. Es fundamental que esos espacios también se empapen de la filosofía slow y que evitemos los cortes entre salas, ya que esto puede provocar desequilibrio mental.
Así que, si quieres elegir algún elemento para alguna de estas zonas, recuerda que debe ir en consonancia con el resto de decoración de tu vivienda.
En resumen
Adoptar una filosofía de decoración slow es clave para mejorar nuestra calidad de vida y no dejarnos llevar por el estrés del día a día. Esperamos que este artículo te haya resultado útil para conocer la misma y también para aprender a aplicarla en tu futuro hogar.
Y recuerda, si quieres obtener más información sobre alguna de las viviendas que tenemos disponibles, solamente tienes que ponerte en contacto con nosotros.
