La alternativa de instalar suelo radiante como calefacción en una vivienda al principio genera dudas porque parece un gran desembolso, pero luego reporta tantas ventajas, como su reducido consumo energético, que lo convierten en la mejor opción para calentar un hogar, e incluso un local. Hoy vamos a ver en qué consiste esta solución, sus diferencias con el folio radiante y su consumo.
¿Qué es el suelo radiante?
El suelo radiante es un sistema de calefacción que funciona a través de la canalización de una fuente de calor por debajo del suelo, que suele ser de un material que deja pasar el calor pero sin quemar.
Se trata de un sistema que emana calor de forma homogénea gracias a un conjunto de tuberías (o cableado) instalado bajo el pavimento del inmueble.
Este sistema permite convertir el suelo de la casa en la principal fuente de calor. Estamos ante una de las opciones más solicitadas como alternativa a los modelos de calefacción tradicionales. En la actualidad existen dos modalidades de calefacción por suelo radiante: por agua caliente y eléctrico.
- La opción por agua caliente es la más común y funciona gracias a un sistema que hace que circule agua a alta temperatura por un circuito de tuberías situado bajo el pavimento. Esta opción supone un consumo de energía muy reducido porque el caudal de agua es mínimo y los grados del agua son menores que en un sistema de calefacción por radiadores.
- La alternativa eléctrica consiste en que, en lugar de tuberías de agua, hay un cable conductor que se distribuye por toda la superficie e irradia calor de manera homogénea por toda la superficie de la habitación. En este caso, su consumo se basa solo en energía eléctrica, que requerirá tener contratada una elevada potencia para hacer frente a su uso al tiempo que se utilizan otros electrodomésticos.
¿Qué diferencias hay entre el suelo radiante y el folio radiante?
Hemos hablado de las dos alternativas más comunes a la hora de instalar un suelo radiante, pero existe una tercera opción: el folio radiante. El folio radiante consiste en una fina lámina integrada en el suelo de la vivienda. Pero a diferencia de las otras dos modalidades, el folio radiante no está embebido en el hormigón que forma el suelo, sino sobre él. Es decir, por encima del folio radiante solo se sitúa el acabado que se haya elegido para el suelo de la vivienda o habitación.
Esa es la principal característica de esta alternativa y su mayor beneficio, que permite su instalación en viviendas en las que hay poco margen de recrecido del suelo. Asimismo, al poderse instalar sin obras, su presupuesto se ve enormemente reducido.
En Bext Space todas nuestras opciones cuentan con suelo radiante. Al tratarse de una construcción de obra nueva, en nuestro edificio Bext Skyline sin duda apostamos por esta tipología como sistema de calefacción eficiente y que al no ocupar apenas espacio, aporta mayor amplitud.
Precio mensual del suelo radiante
Una vez instalado el suelo radiante, ya ha finalizado la parte que mayor presupuesto conlleva. Luego, su día a día y su mantenimiento tienen costes muy bajos en comparación con otras soluciones de calefacción. Como ya hemos señalado, tanto el suelo radiante como el folio radiante se caracterizan por un consumo energético reducido, que puede ser aún menor si se combina con energías alternativas como la solar, geotérmica o la caldera de condensación.
Igualmente, el precio del suelo radiante variará en función del tamaño de la vivienda, cuantas más tuberías, mayor será la energía que se tenga que consumir, y, por tanto, pagar. También hay otros factores personales como el uso de cada consumidor, si conecta el sistema unas pocas horas al día o el día completo, así como que regule la temperatura en cada estancia, no todos los huecos de una vivienda necesitan la misma cantidad de calor.
Su precio mensual también variará en función del coste que tenga la energía con la que se complementa: aerotérmica, solar, geotérmica, etc.
¿Cuánto consume un suelo radiante de media?
Consumo del suelo radiante eléctrico
En cuanto al suelo radiante eléctrico, se establece una media de consumo de entre 60-120 W/m2. Pero siempre dependerá del tamaño de la vivienda, el tipo de construcción, el aislamiento, la orientación de la casa e incluso el tipo de pavimento con el que cuente. También entra en juego si se trata de suelo templado, es decir, calefacción radiante auxiliar, que para dicho suelo la potencia es de unos 150 W/m2. Otra circunstancia es cuando se utiliza el cable calefactor, que entonces la potencia lineal de este está limitada entre 10 y 15 W/m.
Consumo del suelo radiante por agua caliente
En el consumo del suelo radiante por agua caliente también entran las variables de tamaño, tipo de construcción, aislamiento y orientación de la vivienda. Así como el consumo de la propia agua en sí como del sistema que se emplee para calentarla. En conjunto, darán como resultado el consumo de este tipo de calefacción, que, sin duda, es muy inferior a cualquier alternativa tradicional.
Además, el agua no precisa de altas temperaturas. Al ser las tuberías de pequeño tamaño, circula un hilo de agua constante, pero suficiente para calentar todo el hogar. Y solo será necesario calentar el agua a 30º, lo que hace que el consumo sea muy bajo.